Y un hombre será como un escondedero contra el viento y un amparo contra el turbión, como arroyos de agua en suelo árido, como la sombra de un gran peñasco en tierra sedienta. --- Así que, por cuanto los hijos participaron de sangre y carne, Él también de la misma manera tomó parte en ellas. --- ...el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. --- Yo y el Padre somos uno. - El que habita en el escondedero del Altísimo, morará en la sombra del Omnipotente. --- Habrá de día un sombrajo para sombra contra el calor, y para refugio y protección de la tormenta y la lluvia. --- Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra sobre tu mano derecha. El sol no te herirá de día, ni la luna de noche. --- Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmaya. Llévame a una roca que está inaccesible para mí. --- Tú eres un escondedero para mí; de la angustia me guardas. --- Porque tú has sido fortaleza al pobre, fortaleza al necesitado en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el resoplido de los violentos es como turbión contra un muro.
Isaías 32,2 --- Hebreos 2,14 --- Zacarías 13,7 --- Juan 10,30 --- Salmos 91,1 --- Isaías 4,6 --- Salmos 121,5-6 --- Salmos 61,3 --- Salmos 32,7 --- Isaías 25,4
Pues he aquí, yo creo un cielo nuevo y una tierra nueva. - Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y una nueva tierra, en los cuales mora la justicia. - Pues, así como el cielo nuevo y la tierra nueva, los que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra simiente y vuestro nombre. - Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no es. Y ví la santa ciudad, la nueva Jerusalem, descendiendo del cielo, de Dios, preparada como una novia adornada para su esposo. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí, el tabernáculo de Dios con los hombres! Y Él habitará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos, su Dios. Y El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Isaías 65,17 - 2 Pedro 3,13 - Isaías 66,22 - Apocalipsis 21,1-5