Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. - No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. - Santidad, sin la cual nadie verá al Señor. - Y por esto mismo también, solicitud toda empleando añadid a vuestra fe la virtud, y, a la virtud el conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio perseverancia, y a la perseverancia, la piedad, y a la piedad la fraternidad, y a la fraternidad el amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pues el que no tiene estas cosas es ciego, corto de vista, abiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados. Por lo cual, hermanos, procurad tanto más hacer firme vuestro llamamiento y elección; porque si hacéis estas cosas, nunca tropezaréis. - Porque por la gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
Santiago 2,26 - Mateo 7,21 - Hebreos 12,14 - 2 Pedro 1,5-10 - Efesios 2,8
Así que, por cuanto los hijos participan de sangre y carne, Él también de la misma manera tomó parte en ellas, para que, por medio de la muerte, destruyese a aquel que tiene el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. --- ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Donde, oh muerte, tu victoria? --- Pero ¡gracias a Dios que nos da la victoria, por medio de nuestro Señor Jesucristo! --- Por eso, no desmayamos; sino que, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, empero el interior es renovado día a día. --- Porque sabemos que si nuestra casa terrestre, este tabernáculo, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. --- Por lo tanto estamos siempre confiados, y sabemos que, mientras presentes en el cuerpo, estamos ausentes del Señor; (pues andamos por fe, no por vista); pero estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes con el Señor. --- No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, yo os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.
Hebreos 2,14-15 --- 1 Corintios 15,55 --- 1 Corintios 15,57 --- 2 Corintios 4,16 --- 2 Corintios 5,1 --- 2 Corintios 5,6-8 --- Juan 14,1-2