La comunión de sus padecimientos. - Le basta al discípulo ser como su Maestro, y al siervo ser como su Señor. - Fue despreciado y desechado de los hombres,
un hombre de dolores y experimentado en sufrimiento, y como uno, ante quien se esconde el rostro; era despreciado, y no le estimábamos. - Pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido de entre el mundo, por eso el mundo os odia. - Y esperé compasión, y no la hubo. - En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. - Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza. - No tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. - Nosotros también, ...descargándonos de todo peso, y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Filipenses 3,10 - Mateo 10,25 - Isaías 53,3 - Juan 15,19 - Salmos 69,21 - 2 Timoteo 4,16 - Mateo 8,20 - Hebreos 13,14 - Hebreos 12,1-2
Ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio. --- ¿Quién pondrá acusación contra los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo es el que murió, sí, más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. --- Es la sangre lo que hace expiación por el alma. --- Yo, Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas en que estáis; y cuando yo vea la sangre, yo pasaré por vosotros. --- Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. --- ...los que no andamos según la carne, sino según el Espíritu. --- Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? --- Éstos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. --- Al que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados en su sangre, y ha hecho de nosotros un reino, sacerdotes a su Dios y Padre: A Él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Apocalipsis 12,11 - Romanos 8,33-34 - Levítico 17,11 - Éxodo 12,12-13 - Romanos 8,1 - Römer 8,4 - Apocalipsis 7,13-14 - Apocalipsis 1,5-6