MAñANA

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. - Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre a los tales busca como adoradores suyos. Dios es Espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. - Entonces llamarás, y Jehová responderá; clamarás por auxilio, y Él dirá: ¡Heme aquí! - Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno. - Pero sin fe es imposible agradarle; pues el que se acerca a Dios, debe creer que El existe, y que es galardonador de los que le buscan. - Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es impelida por el viento, y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor. - Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado. - Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo.

 

 

1 Timoteo 2,8 - Juan 4,23-24 - Isaías 58,9 - Marcos 11,25 - Hebreos 11,6 - Santiago 1,6-7 - Salmos 66,18 - 1 Juan 2,1

NOCHE

Mi corazón palpita; me ha dejado mi vigor. - ¡Oye, Dios, mi clamor; atiende a mi oración! Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmaya. Llévame a una roca que está inaccesible para mí. - El me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo... porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. - Pero viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, clamó, diciendo: ¡Señor, sálvame! Y al instante Jesús extendió la mano, le asió y le dice: ¡Hombre de poca fe!, ¿por qué dudaste? - Si te muestras flojo en el día de angustia, tu fuerza es limitada. - Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor al impotente. - El Dios de antaño es tu refugio, y debajo de ti están brazos eternos. - Fortalecidos con toda fortaleza, según el poder de su gloria.

 

 

Salmos 38,11 - Salmos 61,2-3 - 2 Corintios 12,9-10 - Mateo 14,30-31 - Proverbios 24,10 - Isaías 40,20 - Deuteronomio 33,27 - Colosenses 1,11