No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. --- Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, entre los cuales resplandecéis como luces en el mundo. --- Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo... Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. --- Por eso yo también te he detenido de pecar contra mí. --- Pero el Señor es fiel, que os afirmará y guardará del mal. --- Pero yo no hice así, por temor de Dios. --- Que se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos para que nos sacase del presente siglo malo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre. --- A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin tropiezo y presentaros irreprensibles delante de su gloria con gran alegría, al único Dios, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, sea gloria, majestad, poder y autoridad antes de todo tiempo, y ahora y para toda la eternidad. Amén.

Juan 17,15 --- Filipenses 2,15 --- Mateo 5,13-14.16 --- Génesis 20,6 --- 2 Tesalonicenses 3,3 --- Nehemías 5,15 --- Gálatas 1,4 --- Judas 24-25

Pero el que confía en Jehová será protegido. - Exaltado es Jehová, porque mora en lo alto. - Excelso sobre todas las naciones es Jehová, sobre los cielos su gloria. El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los nobles, con los nobles de su pueblo. - Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos ha amado, aun cuando estábamos muertos en delitos, nos dió vida juntamente con el Cristo, por gracia sois salvos - y nos levantó juntamente con él, y nos hizo sentar con él en los lugares celestiales en Cristo Jesús. - El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna criatura nos podra separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro Señor. 

Proverbios 29,25 - Isaías 33,5 - Salmos 113,4.7-8 - Efesios 2,4-6 - Romanos 8,32.38-39