mañana

Mas el fruto del Espíritu es... templanza. - Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea rechazado. - Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno, sino dejaos llenar del Espíritu. - Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame. - Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Porque los que duermen, de noche duermen, y los que están borrachos, de noche están borrachos. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios. - ...a fin de que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

 

 

Gálatas 5,22-23 --- 1 Corintios 9,25-27 - Efesios 5,18 - Mateo 16,24 - 1 Tesalonicenses 5,6-8 - Tito 2,12-13

noche

Aferrándonos a la verdad en amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza, el Cristo. --- ...primero hierba, luego una espiga, después trigo lleno en la espiga. --- Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud del Cristo. --- Que se recomiendan a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos y comparándose consigo mismos, no son juiciosos. --- "Pero el que se gloría, gloríese en el Señor." Porque no el que a sí mismo se recomienda es aprobado, sino el que el Señor recomienda. --- pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive del premio, afectando humildad y culto a los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por la mente de su carne, y no aferrándose a la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios. --- Mas crecéd en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu Cristo. A Él sea la gloria, tanto ahora como en el día de la eternidad. Amén. 

 

 

Efeios 4,15 --- Marcos 4,28 --- Efesios 4,13 --- 2 Corintios 10,12 --- 2 Corintios 10,17-18 --- Colosenses 2,17-19 --- 2 Pedro 3,18